Después de la Independencia mozambicana, en 1975, la emblemática fortaleza de San Nicolás fue convertida en un asilo que, desde su lejanía costera, resiste ante los cambios de la nueva era del país. En el asilo hay un árbol, un frangipani bajo el cual está enterrado un carpintero de la otrora fortaleza, Ermelindo Mucanga, quien al no haber “muerto adecuadamente” sigue los consejos de un pangolín —especie de oso hormiguero sagrado— y ocupa, para “morir de nuevo”, el cuerpo de Izidine Naíta, un inspector que viene de la ciudad a resolver el reciente asesinato del director del asilo. Para el agente policiaco, investigar implica urgar en la identidad añeja de los habitantes del asilo y, justo por eso, peligrar por amenzar los restos del Mozambique que ellos protegen. En esta obra —también adaptada al teatro—, de raciocinio policiaco y misticismo ancestral, se subsanan dos realidades distantes entre sí, la del Mozambique antiguo y el nuevo.
António Emílio Leite Couto (Beira, Mozambique, 1955), mejor conocido como Mia Couto, es biólogo, periodista y escritor, y una figura clave de la literatura mozambicana y africana. Como periodista colaboró en el diario Tribuna, fue director de la Agência de Informação de Moçambique, de la revista Tempo y del diario Notícias de Maputo. Es autor de más de treinta libros, y ha sido galardonado con un sinfín de premios literarios, entre los que destacan —el más prestigioso en lengua portuguesa— el Premio Camões, en 2013, y el Neustadt de Literatura, en 2014. Desde 1998 es miembro corresponsal de la Academia Brasileña de las Letras. Como biólogo dirige Avaliações de Impacto Ambiental.